Mala circulación en pies y piernas. Causas y tratamiento

¿Frecuentemente notas los pies hinchados, fríos o con sensación de hormigueo? Si es así es muy posible que sufras problemas de mala circulación en los pies. Hoy vamos a analizar cuáles son las causas de una mala circulación en los pies y las piernas y qué consejos puedes seguir para mejorarla

Causas de una mala circulación en los pies y piernas

A pesar de que pueden existir diferentes causas que podrían desencadenar en una mala circulación, nos vamos a centrar en las 5 principales. Cabe destacar que los factores de riesgo que pueden provocar un inadecuado flujo sanguíneo son muy similares a los que provocan el endurecimiento de las arterias (ateroesclerosis):

·     Tabaco, alcohol, alimentación basada en grasas saturadas o el sedentarismo.

·     Nivel alto de colesterol y/o la presión arterial alta.

·     Sobrepeso.

·     Estrés.

·     Factores hereditarios. 

Síntomas de una mala circulación sanguínea

Antes de pasar a nombrar los posibles síntomas que acompañarán a una mala circulación sanguínea, hay que destacar que la mayoría de estos síntomas aparecen tiempo después de que la mala circulación afecte a nuestro cuerpo. Por lo tanto, lo ideal es adelantarse a la aparición de estas señales visibles. 

Algunos de estos síntomas podrían ser: piernas hinchadas, varices, arañas vasculares, calambres u hormigueo, cambio de color en las uñas de los pies o en la piel, agotamiento, piel seca y acartonada, cambios de temperaturas en los pies o la lenta cicatrización de las heridas. 

Conejos para evitar o mejorar la mala circulación

·     Evita estar en la misma posición durante muchas horas seguidas. Mueve los pies y las piernas y da paseos breves si pasas muchas horas sentado. Asimismo, intenta no cruzar las piernas. 

·     Si, por el contrario, trabajas muchas horas de pie, las medias compresoras serán muy beneficiosas para ti.

·     Al llegar a casa, túmbate boca arriba con las piernas en alto durante unos minutos.

·     Practica deporte y lleva una alimentación sana y equilibrada. 

·     Utiliza calzado que no sea ajustado. Cuanto más cómodo y más transpire, mejor. Si utilizas tacones, procura que no sobrepasen los 3-4cm y que sean lo más gruesos posibles (o cuñas).

·     Beber agua te ayudará a evitar los malos problemas de circulación. Bebe entre 1,5 y 2 litros al día. 

·     Realiza duchas frías en tus pies y en tus piernas y acompáñalas de un buen masaje para reactivar la circulación. 

·     Visita a especialistas en podología. Es la mejor forma de garantizarte una salud óptima en tus pies. 

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