Hongos y papilomas: enemigos invisibles del verano

El verano invita a disfrutar del sol, la playa, la piscina y los paseos descalzos. Pero mientras nosotros nos relajamos, hay visitantes indeseados que encuentran en esta estación el entorno perfecto para atacar nuestros pies: los hongos y los papilomas. Invisibles a simple vista, pero muy molestos (y contagiosos), son responsables de buena parte de las visitas podológicas en los meses más cálidos del año.
¿Por qué aumentan en verano?
El calor, la humedad y el uso frecuente de calzado abierto o mojado favorecen un entorno ideal para que estos microorganismos proliferen. Las duchas públicas, vestuarios, piscinas, gimnasios o incluso caminar descalzo por el césped son situaciones habituales que facilitan el contagio.
Además, el sudor excesivo, la falta de transpiración del calzado o el uso prolongado de chancletas que no secan bien los pies, debilitan la piel y favorecen las infecciones fúngicas o víricas.
Datos preocupantes:
- Más del 60% de los papilomas se detectan durante el verano, según datos de clínicas podológicas en España.
- La onicomicosis (hongos en las uñas) representa hasta un 40% de las consultas dermatológicas del pie durante esta época del año.
- Muchas personas confunden un papiloma con una dureza, retrasando el tratamiento y facilitando su expansión.
¿Cómo distinguirlos?
Hongos (pie de atleta / onicomicosis)
- Enrojecimiento, picor y descamación entre los dedos.
- Mal olor persistente.
- Uñas gruesas, amarillentas o que se deshacen.
- Sensación de ardor o incomodidad al calzarse.
Papilomas (verrugas plantares)
- Lesiones en la planta del pie con aspecto de callo, pero que duelen al presionar.
- Puntos negros visibles (vasos sanguíneos).
- Superficie irregular o con aspecto de coliflor.
- Pueden extenderse si no se tratan a tiempo.
¿Qué hacer ante los primeros síntomas?
👉 No lo dejes pasar. Cuanto antes se actúe, más fácil será el tratamiento.
👉 Evita el autodiagnóstico. Muchas veces se confunden con callos, eccemas o simples rozaduras.
👉 Consulta a tu podólogo/a. Un diagnóstico profesional determinará si es hongo, papiloma u otra afección.
👉 No compartas toallas ni calzado. Incluso en casa, evita contagiar a otros miembros de la familia.
👉 Mantén los pies limpios y secos. Sécalos bien entre los dedos y utiliza calzado transpirable.
Prevención: tu mejor aliada
- Usa chanclas en duchas públicas, piscinas o vestuarios.
- Cambia los calcetines si sudas mucho.
- Utiliza polvos antifúngicos o sprays desinfectantes si eres propenso/a a infecciones.
- Airea el calzado y evita repetir el mismo par dos días seguidos.
- No camines descalzo en zonas de uso común, por muy limpio que parezca.
Este verano, no descuides tus pies. Los hongos y papilomas son silenciosos, pero no inofensivos. En nuestra clínica de podología estamos preparados para ayudarte con un diagnóstico rápido y tratamientos eficaces.
Porque unos pies sanos también forman parte de tus vacaciones perfectas.
¡Pide tu cita y camina sin preocupaciones!